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Gastroenterología

La gastroenterología es una rama de la medicina que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema digestivo, que incluye el esófago, estómago, intestinos, hígado, páncreas y vesícula biliar. Los gastroenterólogos manejan trastornos como el reflujo gastroesofágico, enfermedades inflamatorias intestinales, hepatitis y cáncer digestivo. También realizan procedimientos diagnósticos como endoscopias y colonoscopias, esenciales para la evaluación de la salud gastrointestinal.

Gastroenterología Pediátrica

La gastroenterología pediátrica es una especialidad médica centrada en el diagnóstico y tratamiento de problemas del sistema digestivo en niños, incluidos el esófago, el estómago, el intestino delgado y grueso, el hígado y el páncreas. Los gastroenterólogos pediátricos tratan afecciones como el reflujo gastroesofágico, la enfermedad inflamatoria intestinal, la intolerancia alimentaria y los problemas de crecimiento relacionados con la nutrición. Esta especialidad aborda las necesidades digestivas únicas de los niños, adaptando los tratamientos para su desarrollo y bienestar.

Reflujo Gastroesofágico

El reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición en la que el contenido ácido del estómago regresa al esófago, causando síntomas como acidez y regurgitación. Esto ocurre cuando el esfínter esofágico inferior no cierra adecuadamente, permitiendo que el ácido suba y genere molestias. La ERGE puede afectar tanto a adultos como a niños, y el tratamiento suele incluir cambios en la dieta y estilo de vida, medicamentos o, en casos severos, cirugía para prevenir complicaciones a largo plazo.

Síndrome del Intestino Irritable

El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno digestivo crónico que afecta al intestino grueso, provocando síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea y/o estreñimiento. Aunque su causa exacta no es completamente conocida, se relaciona con factores como el estrés, la dieta, y una mayor sensibilidad intestinal. El tratamiento suele enfocarse en cambios en la alimentación, manejo del estrés y, en algunos casos, medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.